¿Puede un solo progenitor divorciado negarse a vacunar a los niños?

Aunque en España el número de antivacunas no es muy elevado, puede surgir un gran problema cuando lo que está en juego es la salud de los niños y los padres están divorciados. ¿Puede decidir uno de ellos no vacunar a los niños¿Qué puede hacer el padre o la madre que sí está a favor de la vacunación?

Es un tema complejo que hoy en día está de plena actualidad debido a la llegada de las vacunas frente a la Covid-19 para los menores de edad, y la Justicia ya se ha pronunciado sobre él.

La libertad de los padres para vacunar a los niños

En España la vacunación no es obligatoria, los padres pueden decidir libremente si vacunan o no a sus hijos menores de edad. Sin embargo, si se trata de progenitores que ya no mantienen una relación sentimental, puede surgir el conflicto si uno es partidario de las vacunas y el otro no.

Los mayores de 16 años pueden decidir por sí mismos si reciben o no una vacuna, pero los menores de esa edad dependen de lo que sus padres decidan.

El permiso de los padres para la vacuna

En principio, si los progenitores no están de acuerdo, no se vacunaría a los menores. Pero, a efectos prácticos, cuando un padre o una madre acude con su hijo menor de edad a administrarle una vacuna nadie le pregunta sobre la opinión del otro progenitor.

No obstante, quién vacuna a sus hijos en contra de la voluntad del padre o de la madre se arriesga a que la otra parte inicie un procedimiento de jurisdicción voluntaria por el inadecuado ejercicio de la patria potestad.

¿Qué dice la Justicia sobre esta cuestión?

En el supuesto de que un progenitor demande al otro por inadecuado ejercicio de la patria potestad por haber vacunado a los niños sin su permiso, o que sea el progenitor que desea vacunarlos quien demande al otro, los tribunales resolverán a favor del interés superior del menor.

En este sentido, la OMS ha recalcado en numerosas ocasiones que las vacunas son seguras y que sus beneficios superan con creces a sus riesgos, no solo a nivel individual sino también a nivel comunitario. Por tanto, en la mayoría de los casos los jueces y tribunales siguen este criterio y, atendiendo al interés de los menores y lo que es mejor para ellos, acuerdan la vacunación de los pequeños.

No obstante, no conviene olvidar que la salud es algo que no debe tomarse a la ligera, y menos cuando se trata de la salud de una tercera persona, máxime si es un menor de edad. Aunque los jueces y tribunales pueden resolver el conflicto, lo mejor es evitar que este llegue a la vía judicial. Lo que aconsejamos los expertos es que los progenitores intenten llegar a un acuerdo a través del diálogo e incluso la mediación.

Vacunar a los niños es una cuestión importante con respecto a la que hay que actuar rápidamente. Si tiene algún problema relacionado con la toma de decisiones con respecto a los menores, lo mejor es que se ponga en manos de especialistas. Díganos cómo podemos ayudarle.

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