La responsabilidad penal tiene como finalidad garantizar el cumplimiento de las leyes y sancionar las conductas que atenten contra los valores esenciales de la sociedad. A diferencia de la responsabilidad civil, que busca reparar el daño causado, la responsabilidad penal se centra en castigar el delito y proteger el orden jurídico.
Objeto: proteger bienes jurídicos fundamentales como la vida, la integridad física, la libertad o el patrimonio.
Sanciones por responsabilidad penal: pueden incluir prisión, multas, trabajos en beneficio de la comunidad o inhabilitación profesional.
Procedimiento: la acción legal se inicia generalmente mediante denuncia o querella y es tramitada por los tribunales penales.
Ejemplos de responsabilidad penal: robo, estafa, homicidio, violencia de género o corrupción.
💡 Nota: La responsabilidad penal se centra en castigar al infractor y garantizar la justicia, más allá de compensar económicamente a la víctima.