Si está interesado en realizar un alquiler de temporada y quiere saber cómo, le damos las claves para llevar a cabo un alquiler en esta modalidad de manera totalmente legal.
Qué se conoce como alquiler de temporada
Se considera arrendamiento de temporada al alquiler de una vivienda que se realiza con el objetivo cubrir unas necesidades puntuales derivadas del trabajo, vacaciones, estudios, etc.
Este tipo de alquiler da la opción de firmar un contrato para el periodo de tiempo que se establezca, por mínimo que sea. La clave en este tipo de arrendamientos no es el tiempo que dure el mismo, sino el objetivo que lleva a firmar el contrato a ambas partes.
Cómo hacer un arrendamiento de temporada correctamente
Para que constituir un alquiler de temporada correctamente debe tener en cuenta que la clave es que exista una causa real que pueda justificar este régimen de alquiler en concreto. Además, debe estar plasmado adecuadamente en el contrato que se firma.
Entre las causas que podrían motivar la elección de un contrato de alquiler de esta naturaleza están los siguientes:
- Desplazamiento temporal a otra ciudad por trabajo, por vacaciones, etc.
- Justificar la necesidad de tener un alojamiento temporal mientras se hace una reforma de la vivienda habitual.
- Desplazamiento por causas de estudio. Aquí debe poder justificarse que no es la vivienda en la que el estudiante pasa más tiempo y, por tanto, su domicilio habitual.
El hecho común entre todos estos casos es que hay causa real que hace que se requiera un régimen distinto de arrendamiento en la casa.
Aquí, el inquilino cuenta con un inmueble que ya cubre de manera permanente su derecho constitucional de vivienda y, por tanto, no requiere tanta protección.
Cuando ya se ha fijado cuál puede ser la causa del contrato en la situación que usted pueda encontrarse y ver si encaja con el arrendamiento temporal, será el momento de establecer las condiciones de dicho contrato.
La protección del Inquilino y el arrendador
En el arrendamiento temporal, como ocurre con los arrendamientos de locales comerciales, no hay una normativa legal de mínimos que dé protección al inquilino. Y es muy complicado que una cláusula de un contrato se declare nula, pese a que pueda parecer abusiva en un primer momento.
De ahí la importancia de una negociación del contrato en cuanto a términos y condiciones con su futuro arrendador para que luego no aparezcan problemas.
No obstante, en un alquiler de temporada el inquilino debe quedarse la cantidad de tiempo que se haya firmado, a excepción de que se hayan acordado algún tipo de facultad resolutoria. Del mismo modo, el casero también debe cumplir el contrato. Y en cuento a las mensualidades, si se atiende al art. 36 LAU, se podrán solicitar hasta dos mensualidades en concepto de fianza.
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