¿Cuándo se debe solicitar el concurso de acreedores?
El concurso de acreedores es una posibilidad a la que se pueden acoger las empresas, pero también una obligación legal. En 2020 hubo 4.097 sociedades en este supuesto, así que conviene saber cuándo procede.
Concurso de acreedores: cómo y cuándo solicitarlo
Los concursos de acreedores están regulados según la última normativa promulgada en 2020, cuyo nombre se abrevia para referirse a ella como Ley Concursal. Este texto obliga a que la empresa presente la solicitud de concurso cuando concurra el supuesto de insolvencia.
En este caso, nos centramos en el supuesto de concurso voluntario, que es obligatorio por ley. Por otra parte, se hablará de las sociedades, puesto que los particulares pueden solicitar concurso, pero no están obligados a hacerlo. Esta es la razón por la que existen abogados especializados en concurso de acreedores.
¿Qué se entiende por insolvencia? Es cierto que la propia normativa da pie a la interpretación, pero hay unos elementos que permiten definirla. Son los siguientes:
Imposibilidad de atender regularmente a las obligaciones de pago
Esto es, que no se pueda pagar con normalidad a acreedores, empleados o financieros. Cuando esto sucede, se puede entender que una empresa está en supuesto de concurso. Por ese motivo, y cuando se tenga esta certeza, procederá la solicitud. Si se pasa del plazo que marca la ley, habrá responsabilidades adicionales.
El plazo para hacerlo, según la legislación hoy vigente, está claramente definido: 2 meses. Este tiempo empieza a contar desde el momento en que se dé la insolvencia o desde que se tenga conocimiento de ella. Hay que recordar que, junto con la solicitud del concurso, se tendrá que aportar toda la documentación que acredite la situación.
Hay que señalar que lo recomendable es anticiparse. El motivo es que, una vez que se solicite el concurso, los propietarios perderán la administración de la empresa en favor del juzgado y del administrador que este nombre.
Previsión de insolvencia a corto plazo
Este supuesto sirve para renegociar créditos o préstamos. La idea es que la empresa, con sus cálculos, es consciente de que no podrá atender sus obligaciones a corto plazo. En consecuencia, se notifica al juzgado la situación, que se da en llamar preconcurso.
La principal característica de esta situación es que cubre legalmente a los administradores y les da margen de maniobra. Además, tienen la posibilidad de negociar con los acreedores sin perder la gestión de la empresa. Por esa razón, la fase del preconcurso, aunque obligatoria, no implica una intervención directa.
Esta fase, por lo general, está monitorizada por el juzgado, pero se da un plazo para renegociar las obligaciones. En caso de que se llegue a un acuerdo de refinanciación, no será necesario entrar en concurso puro.
Conclusión
El concurso de acreedores puede implicar una exoneración o carga de responsabilidades patrimoniales si se solicita a tiempo. Le Morne cuenta con un equipo de abogados especialistas en concurso de acreedores que facilitarán estos procesos. Se atiende en la Comunidad de Madrid, Región de Murcia y Comunidad Valenciana.
La primera visita es gratuita y se ofrecen facilidades de financiación. Puede contactarnos llamando gratis al 900 373 604, rellenando el formulario web o mediante videollamada.