Abogados especialistas en Concurso de Acreedores
En Le Morne Brabant abogados contamos con un departamento dedicado a concurso de acreedores, con un equipo de abogados especialistas en concurso de acreedores que te ofrecerá el más completo asesoramiento. En este área es importante conocer todas las características para responder mejor a las eventualidades que se presenten.
Uno de los procedimientos más demandados por su agilidad es el Concurso de acreedores Express, a continuación puedes escuchar el podcast de nuestro especialista en Concurso de Acreedores comentando todos los detalles de este procedimiento.
Ponemos a tu disposición nuestra CONSULTA GRATUITA con especialistas, para que puedas resolver todas tus dudas y solucionar tu situación. Puede solicitar cita rellenando el formulario que tiene en la web o llamando por teléfono al 900 373 604
Procedimiento especial: Concurso de acreedores Express
Se trata de un procedimiento menos usual en los juzgados, pero es una muy buena opción para empresarios que se hayan visto abocados a una situación económica complicada y no haya presentado en su momento la solicitud de concurso, puede ser la solución.
La declaración de una empresa en concurso hace que se paralicen todas las reclamaciones, todas las demandas que los acreedores pueden interponer y puede ser una situación de alivio para el empresario que se encuentra en situación delicada, y este es el requisito que se exige para el concurso de acreedores express, es que no tiene activo.
El concurso de acreedores express es adecuado para aquellas empresas que no tienen bienes o si los tienen son de un valor residual.
La principal característica respecto al concurso de acreedores tradicional, si no hay bienes no se puede hacer ningún tipo de acuerdo, quitas, fraccionamientos, aplazamientos, con los acreedores y tampoco es necesario llevar una liquidación propiamente dicha, no hay bienes que vender para satisfacer a los acreedores.
Fases de este procedimiento:
- El empresario presenta la solicitud de concurso con toda la documentación que acredite que carece de bienes o que los bienes que tiene son de un valor residual.
- El juez lo comprueba, y como no es necesario realizar ningún tipo de liquidación, no hay que nombrar a ningún administrador concursal, no hay bienes que tengan venderse, lo que se hace es que se dicta el correspondiente auto que pone fin al concurso al haberse acreditado la situación económica tan mala de la empresa y se procede al cierre, a la extinción de esa empresa.
Al reducirse el número de fases, hacen que los concursos de acreedores express sean un procedimiento muy ágil
Es de vital importancia coger la situación a tiempo, para poder presentar una solicitud de concurso que le permita renegociar sus deudas con los acreedores y tener una segunda oportunidad.
Es un procedimiento a tener en cuenta, ya que en ocasiones nos encontramos que el empresario, tratando de reflotar la empresa, llega a la situación en la que se encuentra sin bienes se encuentra sin ningún tipo de activo. Y también en esta situación hay solución, a través de este concurso y siempre con el asesoramiento de un especialista en la materia que le permitan salir del mismo de la mejor forma posible.
A nuestros despachos han llegado empresarios cuya empresa se encuentra en una situación económica delicada y no pueden mantener su actividad, a los que les hemos ayudado a solucionar la situación con las mayores garantías.
Es un procedimiento dirigido a personas jurídicas, personas físicas y algunas entidades como pueden ser la herencia yacente.
Para poder llevar a cabo el concurso de acreedores de una forma satisfactoria es importante contar con el asesoramiento de abogados especialistas en la materia, ya que hay que analizar muchas cuestiones para poder elegir la mejor estrategia jurídica para proceder con el concurso. Al contar con el apoyo de especialistas en la materia nos garantiza que el procedimiento se va a realizar de la forma más adecuada para nosotros o nuestra empresa y obtener el mejor resultado.
Contamos con un servicio de consulta gratuita para que puedas comentar con los especialistas tu caso y así poderles ayudar.
(Lunes a Jueves de 11:00 a 15:00 y 16:00 a 20:30 – Viernes de 11:00 a 15:00)
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El requisito indispensable para poder acudir al concurso de acreedores es la situación económica que tenga la empresa.
Este debe de ser una situación económica de insolvencia, es decir, que para poder acogernos a este procedimiento el empresario debe acreditar que no puede hacer frente al cumplimiento de sus obligaciones, bien en el momento de la solicitud del concurso o bien debe acreditar que no lo va a poder hacer, no va a poder cumplir sus obligaciones de una forma inminente.
¿Qué tipo de concurso de acreedores existen?
Existen varios tipos de concurso de acreedores a tener en cuenta:
- Por una lado está el concurso de acreedores voluntario en el cuál el administrador de la empresa ante la situación económica que tiene es quién presenta ante el juzgado esa solicitud de concurso, debiendo hacerlo en el plazo de 2 meses desde que tiene conocimiento de esa situación.
- Por otro lado tenemos el concurso de acreedores forzoso que lo presenta un acreedor de la empresa o bien uno de los socios ante el riesgo de tener que responder personalmente de las deudas de la sociedad.
¿Cuáles son las fases de un concurso de acreedores?
Fases del concurso de acreedores :
- En primer lugar, se presenta la solicitud en el juzgado.
- Posteriormente se hace un balance, un inventario de activo y del pasivo de la empresa.
- Fase de convenio, muy importante, que es donde se intenta conseguir quitas, fraccionamientos y aplazamientos de los acreedores que mejoren o alivien la situación económica de la empresa.
- La liquidación.
En este tipo de procedimientos es importantísimo la agilidad del empresario a la hora de presentar el concurso. Darse cuenta de la situación económica que tiene. Esencial por dos motivos:
- Si no lo hace, si no es ágil a la hora de acudir a los juzgados y que se proceda a la declaración de su empresa como empresa concursal o empresa concursada, puede incurrir en responsabilidad e incluso en responsabilidad penal, pudiendo calificarse el concurso como culpable.
- Cuanto antes lo realice la insolvencia de la empresa va a ser menor, y ello va a dar lugar a que en la fase de convenio pueda llegar a acuerdos de fraccionamientos y aplazamientos, de quitas con los acreedores que si estuviera en una situación económica peor no podría alcanzar.
Es importante destacar que el 90% de los concursos que se presentan en España, se presentan con una empresa que ya está en situación de liquidación, está ya abocada a la liquidación, pero existe la posibilidad a través de este concurso, si se hacen las cosas a tiempo con un buen asesoramiento y de forma adecuada, de que cuando se presente el concurso con la intervención del administrador concursal, se puedan llegar a acuerdos con los distintos acreedores, acuerdos como los ya mencionados de fraccionamiento y aplazamiento, de quitas, que permitan que tras un periodo de tiempo en el que la sociedad se encuentre intervenida por el administrador concursal y en una situación de alivio económico al llegar a estos acuerdos, pueda reflotar, pueda volver a salir al mercado, y el legal representante de la empresa pueda retomar otra vez las riendas de la empresa, que la empresa deje de estar intervenida por el administrador concursal y pueda volver al mercado.
Por eso es importante ser ágil a la hora de presentar, de instar la solicitud del concurso, porque el concurso no tiene que significar la muerte de la empresa, si no que en ocasiones, si se hacen bien las cosas, puede significar el tener una segunda oportunidad.
Abogados especialistas en concurso de acreedores
La denominada Ley Concursal (22/2003 de 9 de julio) es el actual marco normativo para las personas que tienen problemas de tesorería estructurales y son incapaces de pagar a sus acreedores. Esta normativa ha sustituido a la antigua suspensión de pagos.
La Ley Concursal tiene, como principal finalidad, salvaguardar los derechos de los acreedores. Por otra parte, el concurso de acreedores también existe como proceso de monitorización para comprobar si la empresa es viable o no. En caso afirmativo, la administración concursal determinará qué bienes hay que enajenar y los despidos necesarios. Eso sí, previamente se realizará una evaluación de la situación de la empresa.
El concurso de acreedores se presenta ante el correspondiente juzgado de lo Mercantil y pueden darse dos supuestos. En primer lugar, y si la empresa es viable, que se acuerde un convenio de pago a los acreedores. El segundo supuesto es el de liquidación de la sociedad para pagar lo resultante a los acreedores. Por lo tanto, según la situación hay que tomar una decisión.
Un despacho de abogados concurso de acreedores puede ayudar en distintas vertientes. No en vano, y más allá del tamaño de la empresa, este proceso es por definición complejo. Estos son los principales aspectos:
Negociación del concurso de acreedores
El despacho realiza todo tipo de gestiones para presentar el concurso de acreedores, proporcionando toda la documentación necesaria. La idea es disponer de todo lo necesario para que el concurso de acreedores se ajuste a derecho.
No hay que olvidar que el concurso de acreedores puede ir precedido de un preconcurso. Por lo tanto, y desde la perspectiva de la empresa, es importante tener en cuenta este aspecto. Esta fase puede permitir reflotar la empresa si se trabaja con diligencia.
El concurso de acreedores no tiene que ser una excusa para tapar una mala gestión. Por lo tanto, hay que recordar que el concurso de acreedores es a petición de parte, tanto de acreedores como por los deudores. El concurso es obligatorio cuando lo piden los acreedores. Los concursos son, en cambio, voluntarios cuando se solicita por parte del deudor.
Los abogados especialistas en concurso de acreedores están en disposición de realizar la solicitud desde ambas perspectivas. En consecuencia, es posible disponer de un asesoramiento especializado.
Negociación del convenio de acreedores
La negociación del convenio de acreedores es el punto fundamental del proceso, tanto si se representa a la empresa como si se representa a los acreedores. Los abogados de la empresa están especializados en trabajar desde ambas perspectivas.
Hay que recordar que las empresas, cuando hay un concurso de acreedores, están bajo una administración concursal. Esto implica, en primer lugar, que se tiene que hacer una evaluación real del patrimonio y activos de la empresa. A partir de ahí, se podrá decidir sobre el convenio de acreedores o la liquidación de la empresa. Uno de los problemas recurrentes consiste, por ejemplo, en que no hay un cálculo realista de esta suma. Esto facilitará la viabilidad de la empresa a medio plazo.
Los abogados que defiendan la perspectiva de la empresa pueden estar interesados en negociar una quita de parte de la deuda para conseguir que la empresa sea viable. En caso de defender a los acreedores, es importante saber negociar para recuperar el dinero.
Negociación de los ERE o ERTE
La gestión de la empresa bajo administración concursal implica el estudio de la viabilidad. Esto supone, en ocasiones, la propuesta de redimensionar la plantilla ya sea a través de un ERE o de un ERTE. En ocasiones, es posible que se tenga que adelgazar la plantilla para que la empresa tenga futuro.
El objetivo de esta medida económica es doble y puede ser beneficioso para todas las partes. Los administradores de la empresa pueden reducir la masa salarial para, así, facilitar las posibilidades de financiación. Por otra parte, los ERE o ERTE entran en el ámbito del derecho laboral. En consecuencia, también es sumamente importante disponer de conocimientos de este ámbito para no cometer errores.
La negociación de ERE y ERTE, al ser una parte fundamental del proceso, también necesitará del apoyo de los representantes de los trabajadores. Por lo tanto, se hace necesario contar con conocimientos del derecho laboral.
Reclamación de responsabilidades a los administradores
La reclamación de responsabilidades a los administradores puede ser civil o penal. Este aspecto va a depender, fundamentalmente, de que se pueda acreditar un fraude o descapitalización consciente.
Esto supone que hay que conocer la documentación y balances anteriores para depurar responsabilidades. El abogado que se encargue de un proceso de concurso de acreedores ha de conocer derecho mercantil, sí, pero también civil o penal. La idea, pues, es que se puedan dirimir correctamente las causas que han llevado al proceso concursal.
Hay que señalar que la responsabilidad también se puede extender a la administración concursal. Por lo tanto, la presencia de un abogado que monitorice todo el proceso sea hace necesaria.
Liquidación de la sociedad
La liquidación de la sociedad es el último recurso que queda con el objetivo de que se recupere parte de la deuda. Lo primero que hay que hacer es calcular cuál es el patrimonio real de la empresa. En segundo lugar, se tendrá que hacer una jerarquización de la importancia del cobro de los acreedores.
Esta fase es fundamental desde la perspectiva del acreedor, porque es muy posible que tenga que asumir una quita en lo que va a recibir. Por lo tanto, es conveniente contar con el asesoramiento de abogados especialistas en concurso de acreedores para que los acreedores recuperen la mayor parte de sus recursos. Los accionistas también pueden contar con asesoramiento legal, aunque tienen una prioridad secundaria para cobrar.
El objetivo es claro, que se consiga en este caso el menor perjuicio posible para el acreedor. Por ese motivo, conviene disponer del servicio de un abogado que conozca el estado real de la empresa y las posibilidades.
Qué características ha de tener un abogado especializado en concurso de acreedores
Lo cierto es que no todos los abogados funcionan igual. Los abogados especialistas en concursos de acreedores han de reunir una serie de características para lograr cumplir con su misión con éxito. Son las siguientes:
1. Asertividad
El abogado especialista en concurso de acreedores ha de marcar desde el principio el terreno de juego. La idea es que se pueda, en un determinado momento, indicar qué es posible y qué no lo es. Esto vale indistintamente si defiende al deudor, al acreedor o a los trabajadores. Esto sí, para ello necesitará disponer desde el principio de toda la información.
2. Capacidad de persuasión
El concurso de acreedores es un supuesto que, sin duda alguna, exige capacidad de persuasión. No en vano, hay que tener en cuenta que el porcentaje que se va a cobrar de la deuda tendrá a ver, en parte, con el reparto que decida realizar la administración concursal. Por otra parte, también es importante poder convencer a las otras partes de la viabilidad o no de un negocio.
3. Conocimiento multidisciplinar
El concurso de acreedores, aunque se gestiona a través de la jurisdicción mercantil, puede tener otras ramificaciones. Este es el motivo por el que resulta recomendable que se trabaje con profesionales de varias disciplinas. El resultado, a la larga, será el de una mayor efectividad porque se trabajará también en las jurisdicciones penal, civil e incluso laboral. Este es el motivo por el que un abogado de este tipo debería trabajar en múltiples ámbitos.
4. Honestidad
El cliente ha de saber desde el principio a qué puede aspirar y a qué no. Hay que recordar que se está jugando un dinero y que, por lo tanto, conviene no sembrar falsas expectativas. La honestidad es una calidad importante en todos los ámbitos de la vida, pero más en el ámbito legal. Esto permitirá realizar una planificación del caso consciente y conociendo las opciones.
Qué puede proporcionar Le Morne Brabant
El despacho de abogados Le Morne Brabant está especializado en proporcionar un servicio en dos vertientes. En primer lugar, como asesores, en segundo lugar, como representantes legales. Esto es importante porque, así, resultará mucho más fácil ayudar a los clientes.
La Ley Concursal afecta a varios agentes económicos y, por lo tanto, es conveniente tener un conocimiento multidisciplinar de la legislación. No en vano, los deudores y acreedores se ven afectados, pero también los trabajadores de forma colateral. Esta necesidad de conocimiento legal queda cubierta con la empresa porque está especializada en derecho mercantil, laboral, penal y civil.
La firma cuenta con una experiencia de más de 17 años en el sector y atiende en Madrid, Murcia, Alicante y Valencia. Por otra parte, hay que señalar que la primera visita es gratuita y se ofrece un plan jurídico, así como posibilidades de financiación.
Es posible contactar con nosotros mediante llamada gratuita al número 900 373 604, videollamada o rellenando el formulario web.
Por tanto, nuestro consejo, si su empresa se encuentra en esta situación les recomendamos soliciten el asesoramiento de nuestros profesionales, quienes les ayudarán en todo el proceso, ya que en un primer momento hay que analizar la situación económica real de la empresa y antes de verse abocados a la liquidación presenten el concurso de forma voluntaria para poder acogerse en esa fase de convenio a acuerdos con los acreedores y poder tener esa segunda oportunidad.
El concurso de acreedores, una forma para solventar las situaciones de insolvencia e impago de las empresas.
El principal objeto de la nueva ley Concursal es el salvaguardar los intereses de los acreedores, por lo que es de gran interés para trabajadores, bancos, plantilla de personal y proveedores, aunque uno de los principales objetivos de ésta nueva ley también es velar por la supervivencia de la empresa y la continuidad laboral de su plantilla.
En los despachos de abogados de Le Morne Brabant sabemos que para la interpretación de los nuevos aspectos y peculiaridades de esta ley, es necesario e imprescindible un asesoramiento legal competente en concordancia con los intereses y derechos de las partes implicadas, así como una actualización de conocimientos sobre la normativa laboral, los convenios -tanto colectivos como particular- y en definitiva, la Ley Concursal vigente.
Por ello, para ofrecer el mejor servicio y consejo a las partes implicadas en un procedimiento concursal, nuestros abogados especializados en concurso de acreedores en él están altamente cualificados para resolver las diferentes peculiaridades que nos presenta dicho procedimiento:
– El carácter voluntario que presenta la convocatoria del concurso si lo solicita el deudor o necesario, cuando dicha convocatoria la solicita un acreedor.
– La obligatoriedad de solicitar el concurso antes de la insolvencia de la empresa con respecto a los siguientes supuestos:
– Cuando no se disponga de bienes suficientes para afrontar la ejecución de un embargo.
– Cuando existan embargos que afecten al patrimonio y bienes de la propia empresa deudora.
– Cuando se arrastren impagos durante tres meses de las obligaciones tributarias con respecto a las exigencias de Seguridad Social.
– El concurso tiene dos fases: la primera es la evaluación de la situación real del patrimonio de la empresa y la segunda el convenio de acreedores o la liquidación de la sociedad. Pero el deudor tiene la opción de realizar una propuesta anticipada de convenio de acreedores que permite poner fin al concurso y a sus largos trámites. Para ello ha de ser aceptada por los acreedores y aceptada judicialmente. Sin embargo, el proceso no acaba ahí, para darlo por concluido hay que acreditar su cumplimiento.
– Cuando el acuerdo con acreedores no llega a cumplirse, da lugar a la resolución por liquidación de la empresa , hecho que tambien puede suceder cuando el acreedor opta por liquidar la empresa y finiquitar el pago a los acreedores
– Un abogado, un auditor o economista y un representante de los acreedores nombrados por el juez serán los que sustituyan la antigua imagen del interventor en la suspensión de pagos
– Desde el momento de la entrada a tramite de un concurso de acreedores, los gestores de la empresa serán los responsables de las decisiones tomadas con respecto a la ésta. Esto puede acarrear un arresto domiciliario, el embargo de los bienes personales de los administradores actuales y anteriores que hubiese tenido la empresa en años anteriores.
– Si el concurso de acreedores finaliza en liquidación de la empresa, el juzgado competente puede llegar a condenar a los administradores al pago de todas las deudas generadas o la parte que no quede cubierta con los bienes del concurso, así como la inhabilitación entre dos y quince años para administrar empresas e incluso ser condenados a penas de prisión.