Tarjetas revolving y cláusulas abusivas
Tarjetas revolving y cláusulas abusivas: qué son y qué hacer
Los préstamos revolving son un tipo de financiación a través de tarjetas de crédito (llamadas tarjetas revolving) indicado para la compra por Internet. Generalmente, se pagan las compras mediante financiación que se devuelve a mes vencido o al contado bajo la condición de aplicarle unos intereses. Por tanto, podemos definir los préstamos revolving como una fórmula intermedia entre un crédito y una tarjeta de crédito (que se emplea como una tarjeta de débito). A continuación le explicamos en qué consisten, qué cláusulas incluyen y qué hacer si se contrató uno.
¿Cómo funcionan los préstamos revolving y sus tarjetas?
Las tarjetas revolving son un tipo de producto por el que se pueden hacer compras independientemente de disponer o no del capital necesario. Por ello, su uso equivale a la toma de un préstamo o crédito de consumo que se vehicula a través de la tarjeta. Para la devolución del préstamo que se contrae con este tipo de tarjetas puede, o bien pagarse una cantidad fija o bien un porcentaje. Ambos casos funcionan como un préstamo.
Sin embargo, los términos y límites del préstamo que incluye están descritos en el contrato de la tarjeta. Eso quiere decir que los intereses pueden variar en el caso de si se opta por la fórmula del pago aplazado o bien por el pago total.
¿En qué consisten las cláusulas abusivas de las tarjetas y préstamos revolving?
La condición especial que tienen los préstamos revolving así como las tarjetas del mismo consiste en que suelen incorporar intereses muy altos. En la mayoría de los casos, este interés es superior incluso al 20% TAE. En otros, puede dispararse por encima del 1000%. Estos intereses se consideran práctica de usura por estar muy por encima de los términos fijados por el Banco de España. Esta condición las vuelve reclamables por abuso.
¿Qué hacer para reclamar cláusulas abusivas de los préstamos revolving?
Como hemos dicho, las cláusulas de los préstamos y tarjetas revolving han sido catalogadas como abusivas. De hecho, el Tribunal Supremo, a la luz de la Ley del 23 de julio de 1908 en contra de la usura, y basándose en una sentencia con fecha 25 de noviembre de 2015, llevó a cabo la anulación de una de estas tarjetas que había sido dado de alta en el año 2001.
Ha habido casos más recientes que han tenido el mismo resultado por lo que, a la luz de la Ley y la Jurisprudencia, es perfectamente posible reclamarlas. Esta reclamación puede hacerse para solicitar la nulidad del contrato de la propia tarjeta y, al mismo tiempo, la devolución de los intereses excesivos que se hayan pagado. Para iniciar la reclamación siempre es necesaria la ayuda de abogados especialistas. Una de las razones es que pueden darse dos supuestos:
1.- Casos en los que aún no se ha pagado lo que se ha recibido en préstamo
En este caso, es posible reclamar judicialmente la nulidad del contrato de la propia tarjeta así como la devolución íntegra de los intereses que se hayan pagado hasta ese momento. Igualmente, en este procedimiento también se incluye la devolución de las comisiones y el seguro de la tarjeta/préstamo. Posteriormente a ello se deberá devolver a las entidades financieras el capital que se adeuda.
2.- Casos en los que el dinero que se ha pagado es más que el prestado
En estos casos se puede iniciar la reclamación judicial para la nulidad del contrato y la anulación del exceso de capital que se ha pagado en el préstamo. También la nulidad de los intereses, las comisiones y el seguro.
Cómo iniciar la reclamación contra la tarjeta revolving
Como se ha indicado, al ser usurarias las condiciones de las tarjetas revolving, es posible recuperar el importe de los intereses abusivos que se hayan abonado. Para ello, es importante contar con el asesoramiento de abogados especialistas en derecho bancario.
Reclamar la nulidad de la tarjeta
En primer lugar, deben reclamarse las cláusulas abusivas de un préstamo revolving. Se hace interponiendo una reclamación a la entidad que las comercializa para que, cuando se admita la nulidad del crédito contraído a través de la tarjeta, se proceda a devolver lo que se ha pagado. En ese caso, se deberá devolver únicamente la cantidad que se le adeuda originalmente a la entidad.
Contactar con el servicio de Atención al Cliente
La reclamación para la nulidad del préstamo debe hacerse ante el departamento de Atención al Cliente de la entidad comercializadora. Es mejor hacer una reclamación fehaciente a través de email o burofax. A partir de ese momento, la entidad en cuestión dispone de un plazo de dos meses para darle una respuesta.
Reclamación judicial
En el caso de que la entidad se negará a la nulidad de la tarjeta y el crédito asociado o no diera respuesta durante ese plazo, se debe iniciar la vía de la reclamación judicial. En estos casos es esencial contar con el asesoramiento de un abogado especialista.
Documentación para reclamar préstamos revolving
La documentación necesaria para cualquier proceso de reclamación de cláusulas abusivas en préstamos revolving es la siguiente:
- Contrato de alta y adquisición de la tarjeta
- Extractos de los movimientos de la tarjeta
- Cuadro de amotización del crédito
Indicios para saber si se posee una tarjeta revolving
Uno de los criterios más accesibles para saber si contamos con uno de estos préstamos revolving consiste en pagar mensualmente y no terminar de amortizar nunca un crédito. Este indicio nos señala que hay condiciones abusivas que impiden amortizar el préstamo.
¿Qué fases se incluyen el proceso de reclamación?
Toda reclamación por vía judicial incluye al menos las siguientes dos fases:
1.- Fase prejudicial
En muchos casos y ante el gran número de reclamaciones que han llegado, las entidades bancarias están dispuestas a los acuerdos extrajudiciales. Ellas mismas estarán tentadas a dar una solución (al menos parcial) al problema de la reclamación.
2.- Normas jurídicas
El segundo aspecto está relacionado con la variedad de normas que existen en relación con las reclamaciones de tarjetas revolving. Entre ellas, está la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios o la Ley de Condiciones Generales de Contratación y Directiva 93/13/CEE.
Existe, por tanto, una gran cobertura legal para proteger a quienes son víctimas de este tipo de tarjetas; con abogados especialistas en derecho bancario puede obtener éxito en su proceso.