El reconocimiento facial es una tecnología de seguridad de reciente implantación. Sin embargo, hay que señalar que tiene unas limitaciones claras para preservar la privacidad individual.
Cuándo un reconocimiento facial puede ser una violación de privacidad
Los aeropuertos de más tráfico fueron los primeros en implantar esta tecnología por motivos de seguridad. Esto permitía identificar a los viajeros y, en última instancia, reducir las colas y mejorar la eficacia de los registros.
Lo que ha sucedido es que el reconocimiento facial se ha generalizado a otros ámbitos. Los bancos también la utilizan, así como la seguridad en eventos.
Ahora bien, recientemente hubo una limitación para el uso de la tecnología facial. La ciudad de San Francisco, en Estados Unidos, la ha prohibido. Hay otros Estados y ciudades del país que quieren, como mínimo, restringirla. Está en juego la privacidad de datos personales.
¿Cuál es el problema? En realidad, esta tecnología tiene un uso potencial que puede resultar invasivo. Es fácil conocer datos sobre la edad, antecedentes penales y hábitos de la persona inspeccionada. El problema es que, teóricamente, esto puede estar al alcance de funcionarios no autorizados. Hay que recordar que, para conocer cierta información sensible, hay que ser autoridad pública.
El segundo inconveniente, y no es menor, está relacionado con la propia efectividad de los sistemas. La tecnología tiene aún un camino de desarrollo por delante. Ha habido varios errores en la identificación de personas y las consecuencias pueden ser fatales. En consecuencia, y aunque es legal, el reconocimiento facial se utiliza de forma restringida en España.
Dónde se utilizan técnicas de reconocimiento en España
El principal ámbito de utilización de los reconocimientos faciales en España es el de las entidades financieras. Esta tecnología se ha implantado en pruebas en el aeropuerto de Menorca para comprobar cómo funciona. Hay otras empresas privadas que lo aplican para el acceso de sus empleados. La perspectiva a medio plazo es que estos procesos mejoren y se perfeccionen antes de generalizarse.
Conclusión
Los reconocimientos faciales pueden ser una buena tecnología si superan dos obstáculos. El primero de ellos, la garantía de un uso correcto de los datos personales. La segunda cuestión importante radica en la efectividad de los dispositivos.
La legislación española es garantista y obliga a un uso racional y proporcionado de los datos personales. El despacho de abogados Le Morne Brabant puede asesorar y defender a clientes que estén afectados por alguna invasión en su privacidad. La experiencia indica que este tipo de problemas se pueden solucionar si se emprenden acciones legales. La firma cuenta con despachos de atención personalizada en Valencia, Alicante, Madrid y Murcia. Esta es una manera de ganar en tranquilidad y poder defender con solidez los derechos ante situaciones complicadas.
Contamos con abogados especialistas que le asesorarán sobre su caso. La primera consulta es Gratuita, solicite cita llamando al teléfono 900373604 o enviando el formulario de contacto.