Un negocio franquiciado es una buena manera de iniciarse en el campo del emprendimiento, porque se hace bajo el paraguas de una marca que ya ha demostrado que puede alcanzar el éxito en el mercado. Sin embargo, nadie le garantiza a usted como emprendedor que vaya a obtener beneficios solo por comercializar los productos o servicios de una determinada marca. Existen una serie de riesgos que hay que conocer y valorar antes de firmar el contrato de franquicia.
Riesgo de ubicación
La empresa franquiciada suele establecer unos requisitos bastante exigentes con respecto a la ubicación de los nuevos locales. De hecho, en muchos casos presta asistencia directa a los franquiciados para ayudarles a encontrar el lugar prefecto para instalar su negocio.
El problema radica en que, con frecuencia, se le exige al emprendedor que se instale un local de grandes dimensiones ubicado en una zona en la que los alquileres son bastante altos. De esta forma, el nuevo empresario ya cuenta con un primer coste fijo elevado que se va a llevar una buena parte de sus beneficios.
Riesgo de gestión
Aunque la franquicia asesora a sus franquiciados y les brinda formación, gestionar un negocio no es una tarea fácil, y mucho menos para quien no tiene experiencia en el campo del emprendimiento.
Cualquier pequeño error en la gestión del negocio franquiciado puede dar lugar a importantes consecuencias como deudas con la Seguridad Social, pérdida de clientes, problemas legales con los trabajadores, insuficiencia de ventas, etc. De ahí la necesidad de que el emprendedor analice sus propias capacidades y evalúe de forma objetiva si de verdad está capacitado para ponerse al frente de un negocio.
Riesgo de entrada de la competencia
Ninguna empresa opera sola en el mercado, por lo que nada asegura que pasado un tiempo no llegue la competencia a instalarse cerca. Algo que producirá una bajada en las ventas y la necesidad de hacer un mayor esfuerzo en acciones de marketing.
Ni siquiera la franquicia más exitosa puede garantizarle a sus franquiciados que todo irá bien siempre. El riesgo de que llegue la competencia, bajen las ventas, y la empresa entre en pérdidas, va a estar siempre presente.
Riesgo de insolvencia en el negocio franquiciado
Todos los riegos que afectan a un negocio de este tipo pueden acabar desembocando en deudas. Aunque tener obligaciones pendientes de pago no es nada extraño cuando se gestiona una empresa, el problema surge cuando el endeudamiento deriva en una insolvencia. Es decir, cuando no hay recursos suficientes para pagar todo lo que se debe.
Si la situación se agrava mucho, puede desembocar en un concurso de acreedores. Un procedimiento en el que el emprendedor no contará con el apoyo de la franquicia (seguramente la empresa matriz también sea uno de sus acreedores), y que puede llevarle a perder su negocio y todo lo que ha invertido en él.
Un negocio franquiciado nunca va a estar exento de riesgos, y acaba de comprobar que cuando estos se materializan las consecuencias pueden ser nefastas a nivel económico y profesional. ¿Se encuentra en una situación de insolvencia y necesita ayuda profesional? Nos tiene a su disposición para asesorarle.