La custodia de los hijos es una de las primeras cosas que hay que resolver cuando una pareja decide poner fin a su relación. Lo ideal en estos casos es que se llegue a un acuerdo entre las partes que quede recogido en un convenio regulador. Si no es así, será el juez quien tenga la última palabra sobre con quién van a vivir los hijos, y el régimen de visitas que tendrá el progenitor con el que no convivan. Veamos qué modalidades de custodia recoge el ordenamiento jurídico español.
Guarda y custodia monoparental
Hasta hace algunos años era la más habitual. Un sistema en el que uno de los progenitores (generalmente la madre) es el encargado del cuidado diario y ordinario de los hijos menores de edad o mayores incapacitados. De esta forma, el progenitor que ejerce la custodia tiene un trato mucho más directo con los hijos y sus lazos afectivos son más fuertes.
Por su parte, el progenitor no custodio disfruta de los derechos de visita, comunicación y estancia. Además, deberá ser informado de cuestiones sanitarias y educativas relacionadas con los hijos. En cuanto a sus obligaciones, destaca la de pagar la pensión de alimentos para contribuir a sufragar los gastos de los niños.
Guarda y custodia compartida
Se está convirtiendo en el modelo general, ya que se entiende que es mejor para el interés de los menores. En este supuesto, ambos progenitores tienen a sus hijos en su compañía por períodos alternos (quincenas, meses, etc.). Esto permite que el vínculo afectivo entre todos los miembros de la familia sea mucho más fuerte.
Es un caso en el que ambos progenitores deben ponerse siempre de acuerdo para tomar decisiones sobre los niños, por lo que este sistema solo funciona realmente bien si los adultos se llevan bien y son capaces de llegar a acuerdos en beneficio de sus hijos.
Dentro de esta modalidad hay diferentes alternativas:
- Domicilio fijo de los hijos.
- Domicilio rotatorio de los hijos.
- Coexistencia: ambos progenitores y los hijos viven juntos.
- Por igual período de permanencia.
- Con diferente período de permanencia.
Custodia de los hijos distributiva
También conocida como partida, implica que unos hijos estarán bajo la guarda y custodia de un progenitor y otros bajo la del otro. Como implica separar a los hermanos, es una medida que solo se aplica en casos muy concretos. De ahí que sea la forma de custodia menos empleada
Custodia atribuida a un tercero
Lo normal es que la custodia de los hijos recaiga sobre sus padres, pero no siempre es así. Hay supuestos extraordinarios en los que lo mejor para el interés de los mejores es que su cuidado diario lo ejerza otra persona, que normalmente es otro familiar, como los abuelos o los tíos.
No obstante, si no hubiera familiares capaces de hacerse cargo de los niños, estos pasarían entonces a estar tutelados por una institución pública adecuada a tal efecto.
Una separación, por muy amistosa que sea, siempre causa alteraciones en la vida de los más pequeños de la familia. Por eso, es importante llegar a acuerdos y establecer un sistema de custodia de los hijos que sea tan positivo para ellos como para sus padres. ¿Necesita asesoramiento legal sobre este tema u otros relacionados con el divorcio? Estamos aquí para ayudarle.