Desde 2008 el Euribor en España está conociendo mínimos históricos, si su hipoteca no ha bajado de manera radical es muy probable que hayan aplicado una cláusula suelo en su préstamo hipotecario. En este artículo, explicamos al detalle el problema del suelo de hipoteca y cómo hacerle frente.
La cláusula suelo es un tipo de interés limitativo del interés variable que aplican los bancos a los créditos hipotecarios de interés variable. En general, el interés para este tipo de créditos debe variar semestral o anualmente, conforme cambia el valor del Euribor o IRPH durante dichos espacios de tiempo.
Es decir, el interés variable aplicable es el resultado del cálculo entre valor Euribor a seis meses o un año y añadiendo un diferencial de 0 o incluso 5 puntos más; según el perfil económico del cliente en particular.
Si a los 6 meses el Euribor sube, la hipoteca se encarece, si es menor la cuota se reduce.
La cláusula suelo fija un porcentaje mínimo de interés, por más que la suma del Euribor y el diferencial sea inferior. Nuestros abogados pueden definir la fórmula aplicada en su caso particular, y a qué nivel asciende la suma de dinero cobrado de más.
Con la CLÁUSULA SUELO, aunque el valor del Euribor sea bajo el interés se mantiene alto.
Normalmente la cláusula suelo aparece en la escritura del préstamo hipotecario con el nombre de “límite de la variabilidad” o “límite a la aplicación de interés variable”, donde se detallan las condiciones financieras del préstamo hipotecario, como el plazo de pago o el tipo de interés. Para el común de los mortales, los bancos han llegado a establecer hasta un 4% de interés en las cláusulas suelo, rebasando niveles nunca vistos. El exceso es entre 700 a 6000 euros durante la vida del préstamo, pero no anuales.
Los datos referentes a la cláusula suelo se enmarañan entre una abrumadora cantidad de datos, con lo que muchos clientes firman el contrato sin saber siquiera qué es ni sus consecuencias.
La cláusula de suelo en la teoría SI es legal. Llevada a la práctica su falta de transparencia y/o información al cliente a la hora de construir y firmarse el contrato es notable. Esto la convierte en abusiva y por tanto susceptible de ser reclamada de forma judicial (con gran probabilidad de éxito).
De todas formas, no todos los bancos han sido opacos en relación con este tema ni han establecido cláusulas suelo en sus contratos. Los bancos más propensos a introducir la cláusula suelo son BBVA, Bankia, Banco Popular, Liberbank, Banco Sabadell o Caixabank. Si realizó su contrato hipotecario con estas entidades antes del 2012 DESCONFIE y acuda sin dudarlo a un abogado.
Si usted no conserva su escritura de préstamo hipotecario puede solicitarlo en la Notaría donde se realizaron las firmas o en su propio Banco.
¡Ojo! Es mejor no reclamar directamente el problema en su Banco, puesto que probablemente le devuelvan lo cobrado de más únicamente desde 2013. Su banco no pretende devolver masivamente el dinero embolsado de manera poco transparente, sino que lo hará caso por caso (para ponérnoslo más difícil), es más efectivo consultar el problema a un abogado de confianza.
SENTENCIAS / JURISPRUDENCIA:
En primer lugar, el pleno del Tribunal Supremo declaró el 9 de mayo de 2013 la nulidad de las cláusulas suelo con efectos limitados. Es decir, la devolución partía de lo cobrado de más por parte de los bancos desde 2013.
Es el 21 de diciembre de 2016 cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea anula el límite temporal que impone el tribunal supremo, haciendo posible con amplias garantías una devolución total de las cantidades cobradas por exceso, desde el comienzo del contrato hipotecario.
Por tanto, todos aquellos clientes a los que hayan impuesto una cláusula suelo en el crédito hipotecario deben reclamar por vías judiciales, con el asesoramiento pertinente de un abogado, su caso para conseguir eliminar esta cláusula de su contrato.
Desde el bufete de abogados
Si lo desean pueden realizar una primera consulta gratuita con nuestros abogados, y establecer junto con nuestro equipo un plan de viabilidad para llevar a cabo su demanda judicial hasta el éxito final.