Alcoholemia
Conducción bajo la influencia de alcohol o drogas
Es castigado el que condujere un vehículo de motor o ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas.
La tasa de alcohol
El Reglamento General de la Circulación concreta la prohibición de circular con tasas de alcohol en sangre superior a 0,5 gramos por litro o de alcohol en aire esperado de 0.25 miligramos por litro, aparte de otras inferiores para determinados conductores (nóveles y profesionales).
¿Es siempre delito circular habiendo consumido alcohol?
No. Cuando se rebasen las tasas reglamentariamente permitidas será necesario acreditar que el conductor estaba influenciado por el consumo de bebidas alcohólicas. Podrá ser sancionado administrativamente con una multa de hasta 601 € y suspensión de permiso de conducir.
En todo caso, es considerado delito de tráfico el que condujere con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro. Se tramitará a través del procedimiento de enjuiciamiento rápido de determinados delitos.
Pruebas para determinar el grado de alcohol
Consistirán normalmente en la verificación del aire expirado mediante etilómetros. Se repetirán con un intervalo de diez minutos si el conductor diere positivo o a pesar de no rebasar tales límite muestra signos evidentes de encontrarse bajo los efectos del alcohol.
El conductor tiene derecho a contrastar esos resultados mediante un análisis de sangre, orina u otros análogos.
Inmovilización del vehículo
En el caso de que el conductor de positivo en la prueba de la alcoholemia, los agentes pueden proceder a inmovilizar el vehículo y a retirarlo a los depósitos habilitados al efecto si supone un obstáculo para la circulación.
Si el conductor va acompañado de una persona que tiene carnet de conducir, éste podrá conducirlo. Antes, se le practicarán las pruebas de alcoholemia para comprobar que no rebasa los límites de alcohol permitidos.
¿Qué ocurre si me niego a someterme a las pruebas de alcoholemia?
Puedo ser condenado por un delito de desobediencia.
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