La jurisdicción civil es la que regula los conflictos patrimoniales entre particulares o de un particular con una entidad. ¿Quiere saber cómo iniciar una demanda civil y qué pasos tiene que dar? Siga leyendo.
Qué es una demanda civil y cómo presentarla
Lo primero que conviene saber es que la jurisdicción civil está regulada por dos textos base. En primer lugar, el Código Civil de 1889, matizado por los distintos derechos civiles forales en Aragón, Cataluña, Galicia, Islas Baleares, Navarra y País Vasco. El segundo texto importante es la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC).
La demanda civil es el acto jurídico por el cual un demandante (particular o entidad) reclama a un demandado una cantidad en concepto de responsabilidad civil. Por regla general, esta cantidad es económica, aunque también podría estar relacionada con bienes.
En cualquier caso, hay que señalar que el proceso civil no presupone delitos. Hay delitos que tienen también una parte de responsabilidad civil, pero los conflictos civiles suelen serlo únicamente de esta índole. Las jurisdicciones son diferentes y los procesos que se llevan a cabo, también.
Ahora bien, para que esta situación se dé, hay que cumplir una serie de requisitos y seguir unos pasos. Son estos:
Requisitos previos
La demanda tiene que incluir una serie de datos para que se admita a trámite. En primer lugar, el tribunal específico al que se dirige el pleito. Por otra parte, los datos del demandante y del demandado. Finalmente, una exposición de motivos que sirva para entender qué se reclama y por qué, así como la petición.
Es importante señalar que una demanda puede ser anulada o no admitida por defectos de forma. Por lo tanto, es imprescindible que estos aspectos estén bien determinados.
Pasos a dar
En primer lugar, para presentar una demanda civil no hay que dirigirse a la policía, sino al juzgado. Este es el paso primero para que pueda iniciarse el proceso.
Si la demanda tiene visos de verosimilitud, el juzgado la admitirá a trámite. Posteriormente, la parte demandada indicará cuál es su postura ante la situación. La contestación sirve para que se delimiten claramente los puntos de partida de cada parte.
Llegados a este punto, hay un acto previo de conciliación que permitirá comprobar si hay o no posibilidad de un acuerdo previo. Esta audiencia previa tiene como objetivo apurar las posibilidades de no llegar a juicio. Aunque la conciliación es un acto necesario, no implica dejación de derechos.
En caso de que sea imposible conciliar, el proceso desembocará en un juicio oral. Aquí habrá una sentencia que será vinculante y de obligado cumplimiento para ambas partes.
Conclusión
La demanda civil es un proceso que requiere de un conocimiento previo para no tener problemas. ¿Necesita de un asesoramiento profesional? En Le Morne Brabant hay un equipo de profesionales con más de 10 años de experiencia. La primera visita es gratuita y se ofrecen facilidades de financiación.
Puede contactarnos de varias maneras. En primer lugar, llamando gratis al 900 373 604. Por otra parte, realizando una videollamada. Finalmente, a través del formulario web.