La difusión de contenido sensible es un delito tipificado en el Código Penal. Es bueno conocer cuáles son los pasos que se dan si se difunde información que no corresponde.
Qué hacer si se difunde contenido sensible sobre ti
Lo primero que hay que tener presente es que, para defender mejor los intereses, hay que tener en cuenta dos variables. Por un lado, evitar que la difusión continúe con normalidad. Otro aspecto es el de iniciar acciones judiciales para depurar responsabilidades. Es importante seguir los siguientes pasos en el orden que se indica.
1. Recabar pruebas válidas
Hay que recabar pruebas y, para ello, demostrar que se ha difundido un contenido privado. Esto se consigue mostrando ejemplos de dónde se está difundiendo. Una buena opción para el afectado es hacer pantallazos para contar con una prueba documental. Otra manera de recabar pruebas, si se tienen, es aportar correos electrónicos que documenten el chantaje. Finalmente, hay que hacer referencia a los mensajes de WhatsApp que también tienen validez.
2. Dirigirse a la AEPD y al servicio que origina la filtración
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha abierto un apartado para atender estas denuncias. El organismo actuará de oficio y ordenará detener la difusión de las imágenes al servicio que la ha iniciado. Es posible, también, dirigirse directamente al servidor que aloja la información de manera incorrecta para que la suprima.
Es bueno saber que se pueden utilizar indistintamente las dos opciones para asegurar que los interesados han recibido el requerimiento en tiempo y forma. El consejo es que se hagan las reclamaciones en paralelo para no perder tiempo.
3. Iniciar acciones judiciales
La difusión de contenido sensible puede perseguirse por la vía civil y penal. Una vez identificado el origen, corresponde iniciar las acciones ante las correspondientes instancias judiciales. Este punto requiere de un asesoramiento especializado y una planificación. Las penas por una difusión indebida de contenidos sensibles pueden ser pecuniarias o de prisión. Es recomendable saber dónde dirigirse y de qué manera hacerlo para no perder tiempo ni dinero.
Conclusión
La posibilidad de defenderse ante difusión no consentida de datos sensibles es real. Es cierto que, en los últimos años, este problema se ha multiplicado por la mejora de las tecnologías. Hoy es fácil enviar fotos o documentos comprometedores en segundos y, desgraciadamente, el hacking sigue siendo una amenaza.
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