El Habeas Corpus es un derecho que va camino de cumplir los 400 años. Al menos en su forma moderna desde que fuera instaurado en la Inglaterra del siglo XVII. Sin embargo, se remonta al Derecho Romano. Es uno de los conceptos jurídicos y legales más mencionados y, sin embargo, existe cierta confusión entorno a él. Un servicio adecuado de un abogado penalista como el que ofrece Le Morne Brabant puede contribuir a aclararlo.
¿Qué es el Habeas Corpus?
El Habeas Corpus es un procedimiento cuyo fin es poner remedio a la detención ilegal de un ciudadano. Su significado literal en latín es «posesión del cuerpo» o «tienes el cuerpo», lo que quiere decir que es un derecho de una persona detenida que podrá solicitar al Juzgado. De hecho, podrá solicitarlo desde el momento de su detención. Entonces, aquel dictaminará en un plazo de 24 horas si la detención se ha realizado conforme a las garantías legales.
El procedimiento se inicia por medio de un escrito o comparecencia a no ser que haya sido iniciado de oficio. En el escrito se indica el nombre del solicitante, el motivo para presentar el Habeas Corpus y el lugar en el que está privado de libertad así como sus circunstancias personales.
El Habeas Corpus puede ser interpuesto por el detenido, su cónyuge o por alguien que tenga con aquel una relación similar: ascendientes, hermanos, descendientes o representantes legales. Quien resolverá el proceso será el juez de instancia del lugar de la detención. La Policía está obligada a comunicarle al juez el inicio del procedimiento. En casos de terrorismo será la Audiencia Nacional la que dictamine.
¿Para qué sirve el Habeas Corpus?
El Habeas Corpus es una institución jurídica dedicada a evitar detenciones arbitrarias garantizando con ello la libertad del individuo. Con ello, se pretenden evitar posibles abusos de las autoridades policiales. Se hace gracias a la intermediación de un juez en el proceso. Hay que decir que el Habeas Corpus no solo contempla casos para los que pueda haber una detención sin motivo.
También contempla casos en los que dicha detención haya supuesto menoscabo a alguno de los derechos del detenido; por ejemplo, carecer de un intérprete.
Así pues, el Habeas Corpus sirve para defender la libertad y la integridad de un detenido. Lo hace frente a posibles irregularidades, vulneraciones de sus derechos o daños como torturas o maltrato. Es por eso precisamente por lo que se trata de un recurso urgente que puede iniciarse desde el mismo momento de la detención.
Igualmente, hay que añadir que el Habeas Corpus no tiene validez si el detenido tiene un proceso judicial abierto, es prófugo de la Justicia o desertor de la Policía Nacional o las Fuerzas Armadas.
En el caso de que el Habeas Corpus sea admitido a trámite pero desestimado se debe interponer un Recurso de Amparo bajo el alegato de que se ha vulnerado el artículo 17.3 de la Constitución. Si el Habeas Corpus no es admitido, entonces se debe interponer un incidente de nulidad de actuaciones. Con ello, agotaremos todas las vías judiciales para poder presentar posteriormente el recurso de amparo por vulneración de los derechos y libertades del artículo 17.3 y 17.4 de la Constitución.
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