Lo primero que tiene que hacer es registrar su marca.  La marca es lo que da valor a su empresa y la que impulsa al franquiciado a querer trabajar con ella.

Una vez haya registrado su marca y se haya inscrito en el registro de franquiciadores es el momento de realizar un estudio de mercado para medir su potencial como franquiciador y determinar el perfil concreto de las franquicias y la ubicación escogida (tamaño de la ciudad, zona de enclave).  En esta fase también es necesario que se posicione claramente frente a la competencia.

El siguiente paso consiste en establecer el plan económico. En el plan económico se detallan, partida por partida, los ingresos y gastos del negocio. También se hará la previsión de la progresión de la franquicia para los próximos dos o tres años.

El dosier comercial y manuales operativos de la franquicia recoge los puntos esenciales de su negocio y las características concretas que lo distinguen frente a la competencia. Se trata de un documento que sirve para atraer a los franquiciados y les muestra las ventajas de contratar la franquicia con su empresa.

La firma del contrato de franquicia es el documento más importante para franquiciar su negocio. En dicho documento se recogen todas las estipulaciones entre el franquiciador y el franquiciado, empezando por los servicios prestados y la cantidad económica que el franquiciado debe satisfacer a favor del franquiciador.  Además, el contrato debe regular todas las situaciones posibles que puedan producirse en un futuro. Por su gran relevancia, el contrato de franquicia debe estar redactado por un abogado especializado en la materia.

Una vez firmados los primeros contratos, tendrá que formar a sus franquiciados en su concepto de negocio. La capacitación y el apoyo ayudan al franquiciado a llevar bien la empresa y reducen el riesgo de pérdidas. Este es un paso que se debe tomar como una inversión para el futuro.