Si tiene un negocio que está resultando ser un éxito y cree que otros podrían estar interesados en repetir la fórmula que le ha llevado a triunfar, quizá sea el momento de plantearse iniciar una franquicia. Se trata de una forma de hacer crecer el negocio y aumentar los beneficios sin necesidad de invertir en él.
En este caso, se cede a otros la licencia para comercializar ciertos productos o servicios, siguiendo el know-how que a la empresa matriz le ha funcionado, y siempre bajo las directrices de la misma. Como propietario, usted percibe un parte de los beneficios obtenidos por las franquicias de su negocio. Para lograrlo, veamos qué pasos tiene que dar.
Lo que hay que hacer es establecer de forma clara cómo se va a ejercer la actividad. El modelo de negocio y el sistema de trabajo deben poder ser replicados por todos los franquiciados. Por eso, es mejor que sean sencillos y fáciles de enseñar y de poner en práctica.
Hay que diseñar todo un know-how o saber hacer, que es lo que se va a transmitir a los franquiciados. Este está compuesto, entre otras cosas, por factores como la forma de trabajar, de atender al cliente, de hacer marketing, de gestionar, etc. Todo esos procedimientos que han conseguido llevar a la empresa al éxito y que la diferencian de las demás.
Lo bueno de las franquicias es que son fácilmente reconocibles para el público, porque todos los establecimientos comparten una estética común y unos mismos valores. Por eso, antes de dar el paso de franquiciarse, hay que dejar listos todos los elementos que ayudarán a hacer a la marca reconocible en el mercado.
Hay que registrar elementos como el logotipo, la propia marca y hasta el eslogan, pero además de eso, hay que trabajar para crearle a la empresa una imagen que destaque frente al resto. Para que la franquicia atraiga a los emprendedores es necesario que se haga conocida en el mercado.
Con los últimos cambios legislativos ya no es necesaria la inscripción en el Registro de Franquiciadores, pero el contrato de franquicia sigue siendo esencial. Es el acuerdo que va a regular la relación entre la empresa matriz y sus franquiciados.
Es un contrato estándar que se ofrece a todos los interesados en pasar a formar parte de la empresa. De ahí que deba estar correctamente redactado y regular al detalle los derechos y obligaciones de cada una de las partes.
Debido a su importancia, lo más aconsejable en estos casos es dejar la redacción de este documento en manos de especialistas.
Estos documentos se encargan de indicarle a los franquiciados cómo deben actuar ante cada situación. Cómo debe ser la gestión del negocio, la decoración, el régimen de contratación, etc.
Los manuales de operación deben estar redactados de forma sencilla para que sean accesibles para todos los franquiciados. Pero, dado que son documentos que revelan las claves del éxito del negocio, es fundamental que se guarde la confidencialidad. De hecho, lo normal es que el franquiciado los devuelva al finalizar la relación comercial con la empresa matriz.
Iniciar una franquicia es un proceso que debe hacerse bien para evitar problemas en el futuro. ¿Está pensando en franquiciar su negocio? Si es así, podemos asesorarle en todo lo que necesite.
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